¿Por qué es importante mantener una buena salud auditiva?

El oído es una de las puertas principales de entrada de la información que nos rodea. De hecho, nuestro sistema auditivo se encarga de convertir las ondas de sonido que nos rodean en información que luego procesa y descodifica nuestro cerebro.

El oído es un sentido tan importante que es el primero de los cinco que se forma en nuestro cuerpo. A los 5 meses de iniciado el embarazo es posible detectar respuestas auditivas en el embrión.

El habla, como fenómeno acústico, se relaciona y coordina estrechamente con el sistema auditivo. Este es la vía principal para adquirir el lenguaje oral, uno de los atributos humanos más importantes. El lenguaje permite a los seres humanos la comunicación a distancia, y  a través del tiempo ha tenido una participación decisiva en el desarrollo de la sociedad y sus numerosas culturas.

El lenguaje es el medio por el cual los niños simbolizan la realidad y pueden separarse de ella, permitiendo el adecuado desarrollo del pensamiento y con ello la adquisición del conocimiento humano.

El oído humano es un diminuto e ingenioso aparato preparado para recepcionar ondas sonoras y transformarlas en un código neural, cuya interpretación se realiza a nivel del cerebro. Para este fin el oído actúa como amplificador, filtro, atenuador y medidor de frecuencias, al mismo tiempo que funciona como un sistema de comunicación de varios canales. Y también regula nuestro movimiento, en el oído interno se encuentra sistema vestibular, este sistema detecta el movimiento en colaboración con los sistemas propioceptivo y visual.

Veamos una de las tantas cosas que pueden hacer los oídos, siempre y cuando el aparato auditivo no presente alguna lesión:

Los oídos captan desde el más leve susurro hasta el atronador estruendo de un avión de reacción; es decir, una sonoridad diez billones de veces mayor.

Los oídos tienen una enorme capacidad selectiva. En un medio de una multiplicidad de señales acústicas podemos escuchar la voz de una sola persona, o detectar en una orquesta de cien músicos si un instrumento ha emitido una nota equivocada.

Los oídos son capaces de captar y localizar la posición de la fuente de un sonido con una exactitud aproximada de un grado. Lo hacen percibiendo las minúsculas diferencias que hay en el tiempo de llegada del sonido a cada uno de los oídos y en la intensidad con que llega a ellos. La diferencia de tiempo puede ser de tan sólo diez millonésimas de segundo, pero los oídos pueden detectar y trasmitir ese mensaje al cerebro.

En un adulto, los oídos tienen la capacidad de reconocer y distinguir unos        400 000 sonidos diferentes, los cuales están ligados al habla, a la música y a los sonidos que producen el hombre y la naturaleza. Los mecanismos del oído analizan automáticamente las ondas sonoras y las compara con las que están acumuladas en la memoria. Así es como se puede saber si cierta nota musical procede de un violín o de una flauta, o quién es la persona que está hablando por teléfono.

Los oídos a través del sistema vestibular, regulan nuestro propio movimiento, son responsables de coordinar el mantenimiento del equilibrio, es decir la capacidad del cuerpo de controlar sus diferentes posiciones. Esto se logra en colaboración con los  sistemas propioceptivo y visual.

Los  oídos  son una obra de ingeniería y su correcto funcionamiento repercute directamente en nuestra salud en general, ya que controla muchas funciones importantes en nuestro día a día.

Mantener una buena audición nos ayudará a disfrutar de una vida saludable, puesto que muchas enfermedades que afectan al sistema auditivo, como las infecciones de oído tan comunes en los niños,  o la contaminación auditiva (maquinas, música, trabajo…) pueden provocar  lesiones, tales como  hipoacusias, vértigos y/o trastornos del equilibrio.

Por Sandra Castillo – Fonoaudióloga